¿Qué es antes, el ser humano, el mono o la guitarra? ¿No hace el humano cada vez más el mono? ¿El rock-and-roll consiste en hacer el mono? ¿La evolución del ser humano va a mejor o a peor? ¿El punk-rock forma parte del pasado, cuando rompía moldes y escandalizaba al público? Si todo es cíclico, ¿en qué punto estamos ahora? Son demasiadas preguntas y la banda Sermond´s no nos quiere dar respuestas.

 La banda que puso patas arriba los fundamentos de la teoria evolutiva de Darwin es de Elorrio, y aunque sus miembros anteriormente formaron parte de Dirties, Arto Bixarra, Midnight Murders y Perros del Diablo, éste es el segundo disco, que da continuación y añade más munición y peligro al trabajo “Azken bala” de 2009.

 Es bien sabido que en la última década ha existido un gran seguimiento en Euskal Herria hacia el punk-rock guitarrero estadounidense y escandinavo. No obstante, han sido muy pocas las bandas que han trabajado con credibilidad y sin uso de calco esas sonoridades. Sermond´s es una de estas excepciones. Ejecutan un punk-rock potente, de ritmos fuertes y melodías bien trabajadas. Se nota que llevan tatuados Hellacopters y “Apocalypse dudes” de TRBNGR debajo del brazo, pero en el tratamiento creativo de las guitarras también se palpa al tótem del high-energy sentido Sonic Rendezvous Band, así como a Sewergrooves. Son temas de mucho punch, que en un instante son capaces de llevar al oyente de los concisos Ramones al punk del 77 o a la urgencia del “The Powerhouse” de The Hot Dogs!. Si en este país existiera una radio de verdad, “Irentsi” y “Clap your hands!” serían asignaturas obligatorias!

 Combinando el euskara y el inglés –y a veces mezclándolo-, además de denunciar tanto la desaparición de Jon Anza como a las grandes infraestructuras destructoras, adquieren las poses y tópicos rockero-provocativos (“Se me acumulan las mujeres, demasiadas mujeres para una sola vida”), y cantando con desparpajo ayudados de una voz carraspeada y potente hacen de cada concierto un espectáculo.