En este libro se hace una presentación de las acciones físico-químicas que pueden motivar daños patológicos en las estructuras de hormigón en masa, armado o pretensado. Cuando el hormigón armado empezó a ser utilizado de forma industrial a principios del siglo xx, muchos pensaron haber encontrado un material de construcción eterno, tan durable como la piedra o el ladrillo, pero además dotado de propiedades mecánicas próximas a las del acero. En la actualidad si bien el hormigón armado y pretensado sigue siendo el material de construcción por excelencia y no se vislumbra que se pueda desarrollar otro que tenga tantas propiedades favorables al mismo costo, la idea de que el hormigón armado es un material eterno ha variado radicalmente. La educación, y por lo tanto la enseñanza superior, tiene un papel muy importante, no solo formando profesionales sensibles al problema de la durabilidad, sino también dándoles las herramientas necesarias para resolverlos.