Invisible es el primer título del Proyecto Amanda, una serie de ocho títulos, muy ambiciosa, que contempla elementos de narrativa colaborativa. Va destinada a jóvenes desde los 12 años y viene acompañada de todo un aparato digital, ya que hay una web, por la cual se puede participar en una red social, relacionada, con el relato. El lector puede acceder a los blogs y realizar, no sólo descargas digitales del texto, sino aportaciones a los siguientes relatos. Pensamos que es una manera de incentivar la lectura muy interesante, ya que se acerca a las herramientas que manejan nuestros jóvenes, nativos digitales. El libro que comentamos plantea la desaparición de Amanda Valentino, una chica que desaparece de la noche a la mañana y deja de asistir a las clases en el Instituto Endeavor, aunque antes ha hecho una de sus trastadas y ha implicado a sus tres amigos en el instituto, Calista Leary, Nia Rivera y Hal Bennet, cada uno de ellos, por separado, creía que era el único amigo de Amanda, de ahí la sorpresa. Los tres están relacionados con una figura totémica y los tres acaban por unirse para solucionar la desaparición de Amanda, una joven inteligente y muy especial. La narración está escrita en primera persona a cargo de Calista, como si fuera un diario. Calista es una de las componentes del grupo de las Chicas I, cuatro jóvenes muy populares e, incluso, arrogantes y elitistas. Calista tiene problemas familiares, aunque pocos amigos lo saben. Amanda les ha dejado algunos mensajes que ellos tienen que interpretar y, de paso, averiguar quién es Amanda realmente y por qué los ha escogido como amigos de esa manera tan extraña. La narración está muy bien estructurada, ya que incorpora distintos elementos narrativos, como la retrospección, conversaciones pasadas&y las propias reflexiones de Calista. Invisible maneja la intriga psicológica y toda una serie de referencias cercanas a los lectores, como Internet y las nuevas tecnologías (youtube, Ipod, sms, Facebook&); ahora bien eso no trivializa el texto puesto que la autora, Melissa Kantor, es rigurosa a la hora de escribir y no desdeña los contenidos más complicados, como puede ser la alusión a las matemáticas, en las que Amanda es una portento, o a la astronomía. SM con esta novela da un paso más en la relación entre literatura e Internet y ofrece, como señalamos al principio, a los jóvenes la posibilidad de leer, de manera tradicional, el libro, pero también entrar, a través de la web del Proyecto Amanday participar de manera interactiva con los otros personajes para dar pistas, sugerencias en torno a la desaparición de Amanda. Es más, incluso, pueden crearse sus propios avatares, que son el equivalente digital a las figuras totémicas que los tres amigos de la joven excéntrica desaparecida llevan tatuados en sus cuerpos. Invisible garantiza una lectura rápida, a veces trepidante, llena de intriga, pero con el reposo que marca la forma en que está escrita, el diario de Calista, en el cual hay reflexiones, observaciones y pasos adelante y atrás. Aguardamos las siguientes entregas con interés y esperamos que la narrativa colaborativa dé sus frutos, buenos frutos.