María de Lazcano y Sarría (1593-1664), XIV Señora de la Casa de Lazcano y esposa del almirante Oquendo, tuvo una posición destacada en la nobleza guipuzcoana de su tiempo, se relacionó con los círculos de poder de la Corte y disfrutó de la estima de Felipe IV. Llevó a cabo una ambiciosa promoción artística en solitario y con sus propios recursos. Fundó el colegio de la Compañía de San Sebastián, y erigió en Lazcano un monumental palacio y los conventos de Santa Teresa y Santa Ana, creando un conjunto emulador de otros levantados por la alta nobleza, siguiendo los postulados del barroco clasicista y con decoración que revela su conocimiento de las artes de la época. Estas empresas y encargos perfilan a María de Lazcano como figura clave para la difusión en el País Vasco de lenguajes y modelos artísticos paradigmáticos, expresión del gusto del momento y de sus preferencias estéticas.