El disco es un trallazo, un golpe de mar. Es un trallazo dentro de su simplicidad. Canciones simples, vitales, fáciles, que se mantienen por dos robustas columnas. Las melodías continuas y los coros sin fin atraen y descolocan. Las guitarras surferas distorsionadas arremeten con suavidad. La fuerza bestial de la que están impregnadas las melodías y los coros derriba cualquier músculo y además se pegan como las lapas y se tararean constantemente. Los coros están trabajados a cuatro voces y su musicalidad se desparrama por los cuatro costados. Las canciones se gozan desde el primer segundo y no necesitan de ninguna progresión musical. “Itxosun zarati” te tumba al instante. Cuando oigo a The Uski?s me viene a la cabeza The Beatles. Las guitarras distorsionadas y los ritmos playeros y surferos van sucediéndose sin parar para ser escuchadas en cualquier sitio y momento. Parece que estás delante de los Beach Boys. Baile, movimiento de cintura, sudor. Baile y melodía. El sonido del mar nos rodea. Las letras son un compendio marítimo. Con la música The Uski?s nos lleva al sonido del mar. The Uski?s es pegadizo por todos los rincones.