Barro, el nuevo libro de Miguel Ángel Curiel, uno de los poetas más destacados del panorama contemporáneo, es un canto a la palabra como materia moldeable, como territorio arcilloso. Un ensayo lírico o una poesía de tierra; palabra esculpida y horneada hasta su firme forma final. Incluye fotografías de obras de tres reconocidos ceramistas de Talavera de la Reina (Toledo), Manuel Carrillo, Ángel Núñez y Antonio Portela. «Barro y tierra, las dos palabras se traban, y no está claro si una es tierra anegada, llena de agua, un material que pide manos, de la que salía una arcilla azul, y la otra un lugar de encuentros para semillas y días, de largos caminos donde sale polvo de la boca y más días. Todo estaba lleno de impurezas, y las formas se llenaban de impurezas. Las formas concluidas tenían dentro semillas y palabras. Quería romper mi vida como una vasija contra la tierra, toda la luz y todos los líquidos que había contenido se liberaban de mí, se derramaban de golpe».