El 14 de octubre de 2019, seis exmiembros del Govern de la Generalitat, la expresidenta del Parlament y los máximos dirigentes de dos asociaciones civiles fueron condenados como autores de un delito de sedición y alguno de ellos también por malversación de caudales públicos a penas que oscilaron entre los 9 y los 12 años de prisión e inhabilitación para cargos públicos. Según la sentencia, los condenados habían diseñado y ejecutado un plan desde 2012 hasta octubre de 2017 que culminó con un alzamiento tumultuario y violento. Que impidió, además, mediante la alteración del orden público, el normal funcionamiento de las instituciones del Estado en Cataluña.

Pero ¿cómo y por qué se llegó a una quiebra gravísima de la convivencia en toda una comunidad autónoma? ¿El enfrentamiento ciudadano en Cataluña fue espontáneo o provocado? ¿Se consintió durante años la deriva ilegal de los ahora condenados o el alzamiento era inevitable? ¿Puede contribuir la Justicia a resolver el problema de confrontación social provocado por el independentismo?

El juicio y la sentencia del procés constituyen un hito histórico en un proceso de tensión social sin precedentes en nuestro Estado moderno. Del mismo modo que el independentismo no es solo una ideología política, sino social y de sentimientos, este ensayo trata de abordar el juicio del procés desde una perspectiva histórica, sociológica, política y, cómo no, jurídica. A veces, los problemas más complicados pueden tener una explicación sencilla, si se analizan con un mínimo de sentido común, y una solución clara, aunque compleja, si se eliminan individualismos e intenciones espurias.