Tómense un puñado de standards jazzísticos - obras de Ellington o George Gershwin-, sazónense con un par de infalibles “clásicos populares” -como Roxanne (The Police) o Don't you worry about a thing (Stevie Wonder)- y remátese el conjunto con una pieza original en clave de bossa -Samba Do Novo Amor- y una bella composición de Aita Donostia -Oinazez- para redondear su aroma internacional. El resultado: un plato exótico que sorprenderá a los comensales que gusten de los sabores diferentes. El pianista eibarrés Mikel Gaztelurrutia, formado en el Taller de Musics de Barcelona, y actual profesor del Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona, se ha embarcado en un desafío atípico, arreglando un repertorio colorista para un cuarteto de voces, y respaldado por un trío de jazz capitaneado por él mismo. La voz es el verdadero leit-motiv de este proyecto, lo que le confiere singularidad: aunque algunas de las versiones escogidas puedan parecer obvias a simple vista, todas permiten apreciar un acercamiento creativo hecho desde el afecto y el respeto por los originales, así como un trabajo concienzudo y detallado. Las armonías vocales nos traen de vuelta a los clásicos de Hollywood, a las películas de Rock Hudson y Doris Day, cuando el término “comercial” no estaba reñido cinematográficamente con la calidad, cuando el celuloide aún mantenía un fogoso idilio con la música… y cuando el jazz era aún un género popular. Un proyecto con un poso de nostalgia, que trae también a la memoria a Henry Mancini o Quincy Jones. Edificado sobre un trabajo de trío tremendamente sólido (Vincent Thomasbatería-, Richie Ferrer -contrabajo- y el propio Mikel Gaztelurrutia se bastan para soportar toda la urdimbre musical), el repertorio de “The New Jazz Voices Ensemble” encierra pequeñas joyas: Mood Indigo o Caravan están realmente logradas, I got Rhythm camina con un swing arrebatador y el original Samba do Novo Amor sobresale por méritos propios, con sutiles pinceladas easy-listening. Los no iniciados descubrirán una intachable colección de canciones en un contexto muy asequible. Aquellos a quienes el repertorio ya les sea familiar, podrán disfrutar de los clásicos antes mencionados con un tratamiento nada habitual.