Bienvenidos a la ciudad de Split 77, la ciudad Vasca de noche. El grupo bilbaíno ha conseguido algo muy especial en su tercer disco; demostrar que son poseedores de una estética musical tan innovadora como propia. Es más; los renovadores sonidos de Split no son música de importación, son sonidos de la modernidad creados en la ciudad vasca. Me parece importante subrayar lo anterior, ya que en nombre de lo novedoso frecuentemente prevalece la apariencia, la pose. Pero lo que vais a escuchar en el tercer disco de Split, si se me permite la paradoja, es la modernidad arraigada. De hecho, sólo hay una forma de explicar lo que ha ocurrido con este disco: Split 77 ha encontrado su propio lenguaje. Hablamos de gente con recorrido, y esto se deja ver al analizar los ingredientes que componen sus canciones. Destellos Rock, Pop, Glam y Techno... para iluminar la noche en la ciudad, ya que este disco es un viaje nocturno. Y mientras nos adentramos en las canciones, en la noche, nos vienen recuerdos tan cercanos como lejanos, llegados de otras odiseas espaciales que tuvieron lugar en la música moderna... Ya que en el último disco de Split se han reunido muchas valentías sonoras, y las propias canciones nos podrían traer a la memoria a Roxy Music y Kuraia, T-Rex y OMD, Doctor Deseo y The Killers. O todo ello junto... y nada a su vez; porque por encima de todos estos recuerdos, tan bizarros como agradables, Split 77 ha ofrecido mejor que nunca una innovadora oportunidad para la sonoridad de esta tierra. Aportando además verdaderos hits como son las canciones “31”, “Supermerkatuko neska” o “Munstroak” entre otros.